No paras de gritarme:
-¡Vete! ¡Fuera de aquí!
Estás tan
encerrado en tus gritos que ni si quiera te has percatado de que ya estoy
recogiendo mis cosas y en cuanto termine me iré de aquí para no volver jamás.
Recojo en
silencio todas tus palabras, cuándo todavía me querias, cuando huíamos de la
gente sin importarnos nadie más que nosotros dos.
Ahora
gritas, antes susurrabas y yo tranquilamente recojo tus susurros y los guardo
en mi maleta, sin saber a donde iré.
Tú sigues
gritando pero yo ya hace rato que dejé de escucharte.
Recojo tus
sonrisas, tus abrazos, me lo llevo todo, me iré para siempre pero antes
recogeré los pedacitos de mi vida, lo bueno de ti, sigo mi vida sin ti.
Sigues gritando, no paras de gritar sin darte
cuenta de que ya he cerrado la puerta que nos unió durante tanto tiempo, no
estoy triste, no estoy llorando esta vez porque recogí todo, en mi equipaje lo
llevo y con el viviré siempre recogiendo lo que quise un dia y desechando lo
malo , eso lo olvidé.